Salir a la calle cuando más llueve...

Hay veces que me confunde, un día todo es precioso y parece como si escribiéramos una página más a nuestra historia en la que todo es de color rosa. Pero luego hay otros en los que parece molestarle todo lo que hago... Hay días en los que no estoy ni un mínimo confundida y dudo mucho menos de todo. Y otros estoy totalmente confundida, no se lo que quiero y mucho menos si realmente lo quiero... pero todo eso supongo que da igual. Que tengo que escuchar mejor a esa voz de tu cabeza que te dice "déjate llevar". Lo que pasa es que es difícil, y mucho más para mi. Pero como ese "para mi" soy yo, es como si fuera muy difícil y punto.

Y es que hay momentos en los que me gustaría arrancar las páginas de esa historia, hacerlas una bola de papel y tirarlas por el balcón, simplemente para que me dejaran en paz y no tener que pensar en tonterías,y para que él tampoco tenga que comerse la cabeza con mis chorradas. Lo cierto es que me gustaría hacerlo muchas veces, pero luego ¿qué?, no podría perdonármelo, no sabría seguir con mi pequeña vida, no sabría andar por las calles, tampoco podría escribir más páginas de color rosa y ese "no" es el que hace que me tire a la cama a llorar, que grite desde mi habitación solo para hacerme fuerte y volver a verle con esa sonrisa que hace que me derrita. Le quiero y sé que solo son tonterías comparado con todo lo que me hace sentir, con todo lo especial que me hace. Por eso... ¿qué más da que me tire un rato a la cama? ¿qué más da que diga cosas sin sentido en voz alta? Si todo lo que quiero esta a dos manzanas de mi casa, sentado en frente de su ordenador, con esos pantalones de baloncesto que tanto me gustan.